Banda de falsos policías desvalijó a una familia
Tres falsos policías, entre ellos una mujer, desvalijaron a una familia, a cuyos integrantes golpearon salvajemente, para luego reducirlos con precintos plásticos y esposas, en un dramático suceso que se registró en la localidad bonaerense de Wilde, en el partido de Avellaneda.
Los delincuentes fugaron, llevándose varios objetos de valor y ahora son buscados intensamente por las autoridades. Los voceros del departamento judicial de Lomas de Zamora revelaron que el dramático hecho comenzó frente a una finca situada en la calle Salcedo al 300, entre Almirante Solier y Comodoro Rivadavia, en el citado distrito, cuando las infortunadas víctimas -familiares de Rodolfo Amaya- se preparaban para llevar a cabo un viaje a la provincia de Salta, oportunidad en la que cargaban diversas pertenencias en un VW Gol, patente IPG 990, ocasión en la que vieron que, en una de las esquinas, había una mujer vestida con uniforme policial y pensaron que era una funcionaria que desarrollaba tareas de vigilancia.
Pero de manera repentina aparecieron en escena 2 individuos, quienes también utilizaban vestimentas policiales y que redujeron por la fuerza a los damnificados con fines de robo, obligándolos a ingresar al inmueble. De inmediato, la mujer, que también integraba esta salvaje gavilla, se sumó a sus cómplices y juntos amenazaron a las víctimas para que les hicieran entrega de sus pertenencias.
Según manifestaron los informantes, los despreciables ladrones agredieron a golpes a los atemorizados rehenes, a quienes además inmovilizaron colocándoles esposas y precintos plásticos. Con rapidez y tras revisar las distintas habitaciones del domicilio, los delincuentes lograron sustraer 7.000 dólares, 60.000 pesos y luego huyeron velozmente en el mencionado automóvil.
Diligencias
Pesquisas policiales de la comisaría de Wilde (5ª de Avellaneda) realizan diferentes procedimientos, con el objetivo de establecer el paradero de los marginales, presumiéndose que la mujer habría sido la encargada de “marcar” a las víctimas, para que después sus compinches las redujeran.
Al respecto, los investigadores opinan que los involucrados en la maniobra serían responsables de otros ilícitos de similares características. (Crónica).